CAPÍTULO 4
Margot permaneció inactiva durante más de una hora, abrumada por el trágico fin de su padre.
Sin duda, Peter Haenschke temió que el descubrimiento de un
traidor en su propia unidad afectase de forma negativa a su brillante
carrera militar y limitase sus privilegios en el régimen.
Oportunista nato, optó por hacer suicidar al teniente Kreuzer.
Andreas Kreuzer, Florian Ruhm y Herbert Hüngsberg, por su
condición de civiles, sí podían ser juzgados y
ejecutados como traidores de manera pública, sin que el
liderazgo de Haenschke al frente de su unidad se viera comprometido.
La doctora Kreuzer comprendió la magnitud del fenómeno
que había provocado con su experimento. E identificó
éste con casos parecidos, pero generados por causas naturales,
bien presentes en las leyendas humanas: Los Fantasmas.
Grabó sus conclusiones al respecto:
--La secular tradición
histórica sobre casos de avistamientos de fantasmas
podría tener un fondo de realidad. Tal vez algunos de esos
testimonios respondan a generaciones o amplificaciones
espontáneas, en condiciones ambientales idóneas, de
campos Tau-Lambda, es decir fantasmas. Muchas de las
características que suelen atribuirse a los fantasmas concuerdan
con la naturaleza de dichos campos. Su comportamiento
automático, bastante desconectado de la realidad. Su
vinculación a un lugar concreto del espacio, casi siempre donde
las personas que los emitieron vivieron por largo tiempo o fallecieron,
en especial si su muerte fue violenta. Y en definitiva, la creencia
popular de considerarles no tanto como sujetos existiendo tras su
muerte, sino como espejismos físicos de los mismos o cuanto
menos entidades de personalidad metamorfoseada. Incluso, ahora que lo
pienso, el aspecto visual de un campo Tau-Lambda se parece bastante al
típicamente descrito para la mayoría de fantasmas que no
llegan a adoptar silueta humana, manteniéndose como luces,
sombras y condensaciones de humo. El tan famoso ectoplasma puede ser un
conjunto de partículas exóticas acompañadas de
fotones y de gran aparato eléctrico. El resto lo puso la
imaginación popular.
No había el menor indicio de que su padre siguiera existiendo
bajo algún estado desconocido, a pesar de que los creyentes en
lo sobrenatural sin duda dirían que el remordimiento por haber
delatado a su hermano y amigos causando sus muertes, no le había
dejado descansar. Tan sólo había amplificado lo
suficiente una especie de cadáver energético, una
condensación subatómica generada a partir de la actividad
eléctrica cerebral al producirse la muerte, donde se
habían grabado los últimos pensamientos de Werner
Kreuzer, como la voz y la imagen de una persona en una videocasete. El
experimento había hecho con esa grabación lo mismo que un
reproductor de video hace con la videocasete... O que un ordenador, con
un programa informático. En efecto, el fantasma de su padre
parecía obedecer a un patrón de comportamiento concreto,
dictado por unos objetivos predeterminados. Y no resultaba muy
difícil adivinar que su programación se orientaba a la
venganza.
Margot grabó sus últimas notas antes de disponerse a iniciar un rastreo:
--Al dotarle de un suficiente
soporte energético, puede operar sobre el mundo físico
por encima de la escala subatómica, es decir, desplazar objetos
de bastantes kilos de peso, provocar en ellos roturas y quemaduras,
dejar en los lugares por donde ha pasado un fuerte rastro de
ionización que dura horas o días, y tal vez otros
efectos. Sin la amplificación a que lo sometí, ello no
habría logrado quizá otra cosa desde 1967 que sacar a
unos cuantos electrones de sus órbitas alrededor de
núcleos de átomos, o incluso ni eso.