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La rápida evolución que el conjunto de las ciencias espaciales,
encabezada por la astronáutica, ha experimentado desde la inauguración
de la Era Espacial en 1957, justifica el funcionamiento de una
universidad dedicada exclusivamente a proporcionar formación de
post-grado a estudiantes que deseen especializarse en alguna rama de
las ciencias espaciales. El gran vacío docente que ha existido en las
nuevas especialidades, o el elevado grado de dispersión de
departamentos aislados en universidades convencionales, está siendo
solucionado por esta iniciativa internacional, cuya singladura se
inició en 1988.
ORÍGENES E HISTORIA
En 1985, Peter Diamandis, Bob Richards y Todd Hawley crearon una
fundación para potenciar iniciativas de educación en el terreno
espacial, ante la falta de enseñanza específica para carreras
profesionales en ese ámbito que ellos mismos habían sufrido como
universitarios. Después de examinar diversos proyectos, se inclinaron
por el de establecer una universidad de carácter internacional
orientada hacia las ciencias espaciales en su conjunto, reuniendo así
disciplinas a menudo dispersas en ramas muy distintas, o que apenas
disponían de docencia organizada como tal.
Habiendo logrado el apoyo de instituciones científicas y empresas
aeroespaciales, Diamandis, Richards y Hawley fundaron en 1987 la ISU
(International Space University), que en el verano de 1988 desarrolló
su primer curso en el MIT (Massachusetts Institute of Technology).
Ideada como una entidad itinerante, la ISU ha ofrecido sus enseñanzas
en forma de cursos de verano a más de 800 alumnos procedentes de más de
50 naciones.
El curso de 1989 se desarrolló en la Universidad Louis Pasteur de
Estrasburgo (Francia); el de 1990, en la Universidad de York y el
Instituto para Estudios Terrestres y Espaciales, en Toronto (Canadá);
el de 1991, en la Escuela Nacional de Aviación Civil y en la Academia
Internacional de Formación Aeronáutica y Espacial de Toulouse
(Francia); el de 1992, en la ciudad japonesa de Kitakryushu; el de
1993, en la Universidad de Alabama, en Huntsville, EE.UU.; y el de 1994
en la Universidad Autónoma de Barcelona, España. Tras este curso, la
ISU entró en una etapa de consolidación que la llevó a disponer de
campus permanentes, de los cuales el central se ubicó en Estrasburgo.
De esta manera, la ISU puede extender los periodos de formación. La
idea es que el curso básico, de un año de duración, se imparta en
Estrasburgo, mientras que los posteriores, de especialización, se
desarrollen en los demás campus afiliados. Cada uno de ellos se centra
en un área temática concreta. Así, los alumnos acuden a Estrasburgo el
primer curso, repartiéndose luego entre los diferentes campus, según su
preferencia.
Resulta interesante profundizar un poco en cuáles fueron las
circunstancias que hicieron a la ISU desarrollar su curso de 1994 en
España. Juan de Dalmau, un ingeniero español de la ESA, alumno de la
ISU en 1989, y profesor en los cursos posteriores, organizó en 1991 la
visita de una delegación española a la ISU, aprovechando la proximidad
geográfica de la sede de ese año, Toulouse (Francia). La finalidad de
su iniciativa era interesar a autoridades universitarias,
gubernamentales y empresariales por el trabajo de la ISU y lograr una
mayor participación de España en ella. Hasta entonces el número de
alumnos españoles había sido reducidísimo.
A pesar de que, según explicó Dalmau, fue muy difícil encontrar
personas interesadas en formar parte de la comitiva, los días 1 y 2 de
Agosto de 1991 diversas personalidades acudieron a la ISU. Entre ellas,
había los tres vicerrectores de Investigación de la Universidad de
Barcelona, la Autónoma de Barcelona y la Politécnica de Cataluña; y
también representantes del INTA, de industrias aeroespaciales
españolas, y algunos periodistas. Este primer contacto tuvo una buena
acogida, y por ello las tres universidades y la Fundación Catalana para
la Investigación formaron una asociación para presentar una candidatura
con motivo del proyecto de la ISU para crear una red de campus
permanentes, abierto a concurso en 1992. Esta iniciativa ha tenido
éxito. Por otra parte, y de manera independiente, la Universidad
Autónoma presentó una candidatura para celebrar una sesión de verano,
logrando que la ISU la escogiese para 1994.
LOS ALUMNOS
Entre los criterios que sigue la ISU para seleccionar a los alumnos, se
tiene muy en cuenta el nivel que hayan alcanzado en su campo de
estudio, trabajo o investigación. Calificaciones académicas muy altas,
o méritos y honores obtenidos en el transcurso de su actividad
profesional, son pues la mejor baza para acceder a la ISU. También es
un factor importante la experiencia laboral, por sí misma, en
instituciones o empresas espaciales.
La lengua oficial adoptada por la ISU es el inglés, por lo que su
conocimiento es un requisito imprescindible para todo candidato a
alumno. A quienes tienen el inglés como idioma propio, se les exige el
dominio de una segunda lengua. La tarifa de la matrícula es del orden
de varios miles de dólares por alumno. Esta cubre las clases, el
alojamiento y las comidas, pero no los desplazamientos.
Debido al elevado coste del curso, difícil de afrontar por el bolsillo
del alumno o de su familia, la ISU recomienda solicitar becas a las
entidades pertinentes, entre las que a veces se halla la propia empresa
o institución en la que el alumno trabaja. Esta gestión puede surtir
efecto debido al excelente currículo académico y profesional de los
alumnos seleccionados, y a la presión de la propia ISU. Esta puede
además por su cuenta becar parcial o totalmente a un determinado número
de alumnos, que, aunque reducido, puede bastar para cubrir el
financiamiento de aquellos que no hayan conseguido becas en sus
respectivas naciones. Como es lógico, en estos casos tener un currículo
lo más brillante posible es la clave para ser becado por la propia ISU.
PROGRAMA DE ESTUDIOS
El programa básico de estudios de la ISU comprende, en líneas
generales, un primer ciclo, de formación general en ciencias
espaciales, común a todos los estudiantes, y un segundo ciclo, donde el
alumno elige entre diez áreas de especialización que a continuación
detallo.
- Arquitectura de Sistemas Espaciales y Diseño de Misiones. Métodos
analíticos, procesos y materiales de construcción espacial,
consideraciones de diseño y de ingeniería para la actuación humana en
ingravidez, lecciones aprendidas de la experiencia antártica y
submarina en medios cerrados artificiales.
- Negocios Espaciales y Gestión de Empresas Aeroespaciales. El
marketing en proyectos espaciales, cómo se estructuran y financian las
organizaciones para alcanzar metas específicas, estrategias para una
buena cooperación internacional.
- Ingeniería Espacial. Sistemas de transporte espacial, lanzadores
convencionales, nuevos conceptos en lanzadores, métodos de propulsión,
telecomunicaciones para cosmonaves, sistemas de a bordo, inspección
& mantenimiento & reparación de vehículos en órbita, actividad
extravehicular, operaciones orbitales.
- Ciencias de la Vida. Medicina espacial, efectos de la ingravidez
sobre el Ser Humano, influencia de la radiación en organismos vivos,
psicología espacial, telemedicina.
- Política y Derecho. Regulaciones internacionales de las actividades
espaciales, programas espaciales internacionales, el nuevo contexto
espacial tras la Guerra Fría, Rusia como socio en el nuevo orden
espacial, convergencia entre esfuerzos civiles y militares en metas
espaciales, sistemas espaciales para la seguridad global.
- Recursos Espaciales, Manufacturación y Robótica. Energía solar,
robótica y telerrobótica, aplicaciones avanzadas de materiales no
terrestres, procesado de materiales en el espacio.
- Aplicaciones de los Satélites. Técnicas de los satélites de
comunicaciones, instrumentos de observación a bordo, inspección
terrestre desde el espacio, aplicaciones avanzadas del sistema GPS.
- Ciencias Físicas. El espectro electromagnético, planetas,
cuerpos
menores, origen y evolución del sistema solar, nacimiento y muerte de
las estrellas, la heliosfera, astronomía cometaria, el Sol, satélites
artificiales para investigación astrofísica, el misterio de los
relámpagos de rayos gamma, los neutrinos, atmósfera y magnetosfera de
la Tierra.
- Humanidades. Orígenes y
motivaciones de los viajes espaciales, Marte
en la ciencia-ficción, la búsqueda de inteligencia extraterrestre,
perspectivas futuras de la exploración espacial, colonias espaciales y
estructura política, el Hombre como ciudadano del cosmos.
- Informática. Sistemas para
organizar misiones espaciales y procesar
datos, gestión de bancos de datos y almacenamiento de información
espacial.
No sólo se tratan estas
materias desde un punto de vista abstracto,
sino que se emplean ejemplos reales y concretos. Así por ejemplo los
estudiantes de gestión empresarial han examinado la estructura
organizativa y el funcionamiento de Matra Marconi Space, y los de
Ciencias de la Vida han conocido la telemedicina a través de su uso en
Rusia y otros estados de la CEI.
EL EQUIPO DOCENTE
Por el equipo docente y organizativo de la ISU han pasado numerosos
especialistas de reputación internacional.
Entre los consejeros, destacan Arthur C. Clarke, Jean Marie Luton
(ESA), Daniel Goldin (NASA), Roald Sagdeyev, así como otros científicos
y altos cargos de organismos y agencias espaciales. Algunas de las
instituciones que han respaldado a la ISU son la Oficina para Asuntos
Espaciales de la ONU, la NASA, la ESA, y las agencias espaciales de
Francia, Canadá, Austria y Alemania. A ellas se les suman compañías
como Lockheed Martin, Shimizu y Matra Marconi Space. Se cuenta además
con el patrocinio de un centenar de entidades de diversas naciones o
bien de carácter internacional.
Los profesores reúnen en su mayor parte el rasgo común de estar en
activo dentro de las especialidades sobre las que imparten clases. Un
sector forma parte del profesorado permanente, mientras que otros son
invitados a dar algunas clases ocasionales.
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