ALGO EN ALGUNA PARTE

Relato largo. 8.600 Palabras
Reedición en lengua hispana

En el escenario de un crimen, es posible hallar una huella dactilar, un cabello susceptible de análisis de ADN, o una partícula de tierra transportada por la suela de un zapato, entre otros sutiles indicios químicos, incluso años después de que el sujeto que los liberó haya muerto. Si fuese posible hacer lo mismo con los pensamientos, los anhelos y las emociones experimentados por una persona al morir, podríamos acceder a una especie de Caja Negra de la Psique de esa persona, capaz de revelar sus vivencias y pensamientos poco antes de morir.

La protagonista de este relato realiza clandestinamente un revolucionario experimento de física en el que logra que ciertas partículas subatómicas que una vez formaron parte de su padre, muerto de modo violento y por causas no esclarecidas cuando ella era una niña, dejen de responder durante algún tiempo a las leyes físicas conocidas, para actuar siguiendo los dictados de esa Caja Negra.

La estructura exótica así generada es como una grabación de las últimas percepciones sensoriales y pensamientos del fallecido, que le sirven a la doctora para obtener las respuestas a las preguntas que la han atormentado desde su niñez. Pero la estructura no es sólo un mero soporte de información pasiva. Los deseos más intensos que el fallecido experimentó antes de morir operan en ella como los impulsos nerviosos lo hacen sobre los músculos de un cuerpo. A esta característica, que la científica no pudo prever, se le suma otro rasgo peligroso: el grado de influencia de la estructura exótica sobre la materia normal es mucho mayor de lo que había supuesto.

La estructura escapa a su control y se convierte en el brazo ejecutor de los últimos pensamientos que cruzaron por la mente del fallecido, sin que su hija pueda impedirlo.

"Algo en alguna parte" fue publicada inicialmente en libro impreso por la editorial Espiral en 1996, y también ha sido traducida al inglés. Esta reedición en Amazings.com cuenta con ilustraciones realizadas por el propio Jorge Munnshe, incluyendo material fotográfico tomado por el autor en los paisajes cercanos a donde se rodaron algunas partes de las películas de terror "Frágiles", "Los sin nombre", "El maquinista" y otras. Jorge se crió en esos parajes y vivió en esa zona hasta los 28 años de edad.

Muestras gratuitas de la obra (primeros capítulos)