JOSÉ MARÍA CIRIA

(Entrevista realizada por Edgar Kogler)


José María Ciria cuenta con una dilatada trayectoria artística, cuyos inicios se remontan a los años setenta. Conocido, entre otras facetas, por su labor en la banda Program@, ha participado en diversos grupos vanguardistas y se ha forjado un estilo muy personal. Aparte de su labor como compositor electrónico, es también un reputado percusionista, que ha participado en álbumes de artistas y grupos bien conocidos, como por ejemplo Neuronium. Sus actuaciones en directo constituyen otra faceta importante de su carrera.


 -¿Cómo te introdujiste en el mundillo de la música? ¿Cuándo empezaste a tocar y a componer?

Desde que recuerdo siempre me ha gustado la música. No sé por qué, cuando fui adolescente me decanté por la batería, a lo mejor tuvo que ver el famoso solo de batería de los Iron Butterfly con su tema "In a gadda da vida", no lo sé; como no tenía instrumento seguía la música aporreando cualquier cosa que encontraba, así que cuando tuve la primera oportunidad de conocer a unos músicos, me pasaba horas en su local de ensayo, oyéndolos tocar. Como el batería de su grupo no aparecía mucho por allí, un día me ofrecieron sentarme en la batería y tocar con ellos. Debía tener 18 o 19 años y a partir de ese momento, me tomé en serio aprender a tocar, me compré un método rudimentario de batería y de forma autodidacta me adentré en la música. Más tarde fui incluso al conservatorio de música de Barcelona, en el que estudié algunos años solfeo, armonía y percusión.

La faceta de compositor la desarrollé más tarde. En todos los grupos que estuve siempre me gustaba aportar ideas, ya fuera en la composición como en los arreglos, pero nunca compuse un tema entero hasta que pude tener mi propio estudio y desarrollar mis habilidades al piano o con los sintetizadores.



-¿Cómo iniciaste tu relación musical con José Antonio López / Joseph Loibant, Carlos Guirao, Michel Huygen y los otros músicos con los que has colaborado?

Precisamente en el primer grupo que mencionaba antes estaba Carlos Guirao a la guitarra, voces y flauta. Lo conozco por tanto desde mis inicios y compartimos en diferentes etapas musicales de nuestra vida momentos muy importantes. En los comienzos estuvimos juntos con el grupo casi 2 años y más tarde nos volveríamos a reunir en Programa. A Michel Huygen lo conocí, primero porque Carlos estaba en el grupo Neuronium y nos seguía uniendo una gran amistad, y segundo porque ensayaban en el local de al lado nuestro. Yo por aquel entonces tocaba en un grupo de rock sinfónico llamado Magenta (con el tiempo he sabido que hay un grupo inglés que también tiene ese nombre). Llegamos a componer una ópera rock entre el bajista Pepe Rodríguez a la música y yo las letras. Entre los músicos estaba otro gran teclista y acordeonista: Conrad Setó.

Así que cuando Michel Huygen y Carlos decidieron poner batería a la música de Neuronium me llamaron para que colaborara con ellos tanto en el LP "The Visitor" como en "Invisible Views".

Con Carlos Guirao colaboré más intensamente en su disco en solitario Revelation en el año 1982 en varios temas, añadiendo percusión y batería a sus composiciones electrónicas.

Por aquella época Jordi Garcia refundó Suck Electronic ( el grupo donde inicialmente también estuvo Michel Huygen)

Y me llamaron a mí para ocupar la batería. Grabamos un Lp con Edigsa titulado "L'home reanimat".

A través de Carlos conocí a J.Antonio López; fui a su estudio varias veces y me sorprendió ver los aparatos electrónicos que tenía.



-¿Cómo resumirías tu trayectoria musical en la primera etapa de Programa (años 80)? ¿Puedes hacer un repaso de los acontecimientos que para ti tuvieron mayor importancia en ese periodo?

En un principio Carlos Guirao me llamó para que le ayudara en los arreglos de sus temas para el grupo Programa.

Así que pasamos mucho tiempo juntos elaborando y retocando sus temas en el estudio de J.Antonio y a partir de ahí, nuestra amistad fue creciendo. Además de los arreglos, toqué algunas partes de sintetizador y percusión electrónica en los LPs "Reunión de Amigos" y "Acrópolis". A partir de ese disco me propusieron que formara parte del grupo, así que me uní a ellos. Esa época fue interesante porque hicimos varias apariciones en distintos programas de TV, y alguna actuación en directo. También llegamos a elaborar un CD los tres que se iba a llamar "Paris-Dakar" pero por distintos motivos nunca llegó a publicarse.



-¿Qué te motivó a a la hora de reactivar con Josep Loibant la banda Programa después de años de silencio?

Nunca perdimos el contacto del todo y un día Joseph Loibant me propuso reactivar Programa, yo por mi cuenta iba componiendo y haciendo temas, pero tenían escasa difusión así que esa fue una oportunidad para darlos a conocer.

También fue una oportunidad para entrar de lleno en el mundo de los sintetizadores y conocerlos más en detalle gracias al equipo fantástico de Joseph que tenía y tiene en su estudio, y también me supuso la entrada en el mundo de la producción musical.

Cuando tienes que elaborar un producto profesional tus exigencias aumentan y has de trabajar más en la finalización de los temas, los arreglos, la grabación y la masterización. Has de ir un paso más allá. Eso es positivo porque tus conocimientos aumentan y se abren nuevas soluciones a problemas que dejan de serlo.



-Háblanos sobre tu actividad componiendo bandas sonoras. ¿En que difiere tu labor con ellas a la que realizas en tus álbumes?

Básicamente difiere en que suelen ser de encargo y, aunque tengo libertad musical, siempre hay que adaptarse a la idea del director, al tema de la película y al tiempo de duración, generalmente corto, entre los episodios musicales. Es otra forma de tratar la música porque generalmente la música está supeditada a las imágenes. Pero también es interesante porque estás sometido a un marco y a unas reglas, y a partir de ahí sólo tu imaginación delimita los márgenes de la creatividad.



-¿Te atrae más tocar tu música en conciertos o disfrutas más al grabarla paso a paso en tu estudio?

Las dos experiencias me atraen. Son distintas y no se pueden comparar. Tocar en directo con público es algo que no se puede describir, sobre todo si hay conexión con la audiencia y todo sale bien. Es comunicarse con cientos de personas a la vez con un lenguaje universal, directo y profundo. El disfrute de componer en el estudio y experimentar con los sonidos y los aparatos también es muy gratificante. Estás tu solo con el sonido, un alquimista y mago elaborando pociones y fórmulas sonoras que pueden ser fantásticas, en el sentido de que al oírlas te pueden llevar a mundos desconocidos y sorprendentes.

La sorpresa es uno de los factores más importantes que te puedes encontrar en el estudio cuando compones; sin saber cómo, el tema te lleva por unos caminos que nunca habrías sospechado. Esos momentos son increíbles porque estás elaborando algo nuevo, y, en el mejor de los casos, algo que no existía antes una combinación de sonidos y timbres diferente.

El directo es la experiencia única e irrepetible, con sus aciertos y sus fallos, la emoción directa del instante plasmada en música. No hay vuelta atrás, es como la vida. La flecha del tiempo, siempre hacia delante. En cambio, en el estudio tienes la oportunidad de elección, de elaboración reflexiva, qué parte escojo y qué parte descarto, trazar el rumbo del tema y, si conviene, pararte en los pasajes y paisajes que vas encontrando.



-¿Qué proceso sueles seguir para elaborar un tema? ¿O cada caso es distinto? ¿Qué cosas suelen inspirarte o activar tu creatividad?

El proceso es distinto para cada tema. Primero está la chispa de inicio, que puede ser muy variada desde una motivo rítmico, una secuencia de acordes, una melodía, un libro, una cita que me llame la atención, un concepto, una foto, en fin cualquier cosa que despierte en mi cerebro, algo que yo no sé lo que es, pero que me incita a seguir, desarrollar o profundizar en ese tema concreto. También hay veces que surge la música de algo abstracto y sin ninguna conexión con el mundo, al fin y al cabo la música es el arte más abstracto e inmaterial que existe.

Después, está el proceso técnico que consiste en orquestar y arreglar los temas. A pesar de utilizar el término "técnico", no es en absoluto algo mecánico y tedioso, también tiene su parte creativa y a veces llena de sorpresas.

No concibo seguir siempre los mismos patrones, porque es aburrido y no te lleva a ninguna parte o mejor dicho sí que te lleva, te lleva a territorios conocidos que no tienen interés precisamente porque ya han sido explorados por uno mismo o por otros. Por eso me gusta en cada tema utilizar nuevos elementos sonoros y también estructurales, porque en ellos reside la sorpresa, el elemento al que me refería antes.

Aunque también tengo que decir que en alguna ocasión, el tema estaba ya elaborado en mi mente y sólo tenía que traducir las melodías al ordenador, como me sucedió en algunos pasajes de mi último disco "Mobilis in Mobili" , un CD con un concepto unitario al homenajear el libro de Julio Verne : "20.000 leguas de viaje submarino".



-¿Te consideras musicalmente vinculado a alguna corriente musical o etiqueta en particular?

No. No de forma consciente y deliberada. Creo que todos estamos vinculados a nuestro tiempo, a la música que hemos oído y toda la música que nos ha precedido. Lo que hago no sale de un vacío misterioso que no tiene ninguna conexión, al contrario es fruto de lo oído anteriormente y que me ha gustado y emocionado.

A mí me gusta la música, no un determinado estilo como a mucha gente, que son fanáticos del jazz y no les gusta el flamenco, o que sólo escuchan música clásica, o solamente country, o blues o música étnica; podría poner un grupo o grupos por cada etiqueta musical. No olvidemos que las etiquetas proliferaron en las tiendas cuando quisieron ordenar la música por estilos para venderla.

Creo que ha sido malo para la música en general. Si de verdad te gusta la música, la buena música, disfrutas y te emocionas tanto con temas funky de Prince, como con los temas de Steely Dan o Joe Jackson, o con la Quinta de Beethoven.

A mí me gustan desde los considerados clásicos (Bach, Beethoven, Mozart, Stravisnky, Varese, etc.); pasando por el jazz: (Coltrane, Miles Davis, Weather Report, Chik Corea); el rock sinfónico (Genesis, Yes, King Crimson); el pop, el soul, el blues; en fin la lista sería interminable.

Solamente para terminar, si tuviera que destacar algunos nombres serían: Mozart, Stravinsky , King Crimson, Weather Report y Frank Zappa.



-Háblanos sobre tu proceso creativo en el álbum Ylem.

Fue mi primer CD en solitario, y a priori, cuando componía los temas, no tenía un concepto global. Fue a medida que los temas se iban conformando cuando decidí darle una idea total.

Cada tema tiene su universo propio y responde a unos parámetros distintos para cada motivo que lo inspiró. El titulo responde al nombre en griego que un científico le puso al inicio del Big Bang, y en consecuencia al Universo, así que la mayoría de los temas hacen referencia a motivos del universo, ya sean conceptos como la Paradoja de Olbers; nombres de estrellas como Wolf 359; cúmulos de estrellas como las nubes de Magallanes, en la que hacía un doble homenaje, en un sentido a esas galaxias que sólo se pueden ver desde el hemisferio sur, como a Magallanes, el navegante que circunnavegó la Tierra; o Dark Matter o sea materia oscura, la materia más común y abundante, si se puede utilizar esa expresión, en el Universo.

Otros como "Noa Noa" hacen referencia a las islas paradisíacas del Pacífico Sur que Paul Gauguin plasmó en sus cuadros y en su diario titulado "Noa Noa" que significa "muy perfumado".

O "Fractal" que responde a esas maravillosas estructuras que contienen en su interior la forma exterior, así el tema musical se va repitiendo y transformando sin perder nunca su estructura inicial. Este concepto de los fractales me interesa mucho y no descarto seguir trabajándolo en un futuro. De hecho la portada del CD es una imagen fractal.





-Componer tu álbum Mobilis in Mobili ¿respondió a una idea global? Háblanos también sobre este disco.

En este caso sí. Como he mencionado antes, responde a un concepto unitario sobre el libro "20.000 leguas de viaje submarino" de Julio Verne.

El título indica la divisa que el capitán Nemo utilizaba en los objetos que poseía, incluido el submarino Nautilus, y hace referencia al movimiento dentro del movimiento; el submarino, el mundo particular que Nemo había creado dentro de otro, La Tierra, que a su vez también está en movimiento. De hecho, en un principio iba a titularlo "Nautilus", pero debido a la profusión y uso que se ha hecho del término decidí ponerle "Mobilis in Mobili" porque era más sugerente y menos utilizado, y dejar como subtitulo "Nautilus Suite".

Aunque los títulos de los temas corresponden a capítulos del libro, no he seguido el libro paso a paso, ni siquiera lo he releído; lo que pretendía era hacer un homenaje a la fascinación que me produjo cuando lo leí por primera vez e intentar transmitirlo en la música.

La verdad es que no sé cuál fue la idea inicial para el proyecto. Creo que se fue gestando a la vez que iba componiendo. Lo que sí sé es cómo lo fui elaborando. Partí de un tema que tenía compuesto hacía bastante tiempo y no lograba acabar; duraba unos 8 minutos, y a partir de dividirlo en 2 temas separados el resto fue bastante fluido.

Hubo temas más complejos de elaborar como "Maelström" que dura casi 20 minutos y todos los motivos musicales eran completamente nuevos, pero en general la música fluyó bastante rápida sin apenas estancarme en uno u otro tema.

Como ejemplo, el solo de oboe del último tema lo toqué de una sola toma y sin apenas correcciones.

Disfruté mucho componiéndolo y espero que los futuros oyentes lo pasen tan bien como yo cuando lo hice.



-¿Cuáles son, a la hora de componer, las diferencias de enfoque entre cuando trabajas en discos en solitario y cuando lo haces en álbumes de las bandas de las que eres miembro?

Realmente a priori no hay ninguna diferencia, ni como enfoco el tema en la composición ni en los arreglos ni en la producción. La única diferencia es que cuando trabajo para las distintas bandas, la línea a seguir ya está trazada.

Cada banda tiene su personalidad propia, o por lo menos eso creemos nosotros, y trabajamos en esa dirección con libertad absoluta pero sin perder de vista la trayectoria anterior, por supuesto, marcada también por nosotros.

Así, cuando compongo temas para At-Mooss, la orientación es más experimental, y basada en sonidos electrónicos abstractos, más "vanguardista", aunque no me guste la palabra, porque lo que hoy es vanguardia pasado mañana ya es historia. Quizá la palabra sea "arriesgada"; utilizar conceptos, estructuras y sonidos que te lleven por caminos nuevos y diferentes, sin relación con el mundo que llamamos real. Asumir el riesgo de explorar nuevos caminos.

En cambio con Programa uso estructuras más reconocibles, y con los sonidos también; doy rienda suelta a sonidos más acústicos y reales asociados a instrumentos tangibles como guitarras, baterías, pianos, y por supuesto sintetizadores.



-¿Crees que, en comparación con los instrumentos electrónicos de teclado, el campo de la percusión electrónica está infrautilizado por muchos músicos? ¿Qué crees que te aporta a tí la percusión electrónica, en comparación a la convencional?

Si por supuesto, la mayoría de compositores se limitan a usar patrones ya creados, bien sea porque tienen deficiencias en la labor percusiva o por simple comodidad. Aunque no es en absoluto peyorativo usar patrones ya existentes, mientras los uses con creatividad y originalidad, no simplemente tal y como te llegan. Por ejemplo, superponiendo diferentes patrones con diferentes compases; binarios con ternarios por citar una combinación, o cualquier otra que se te ocurrra, pueden obtenerse polirritmos muy sugerentes.

La percusión electrónica me aporta una primera ventaja sobre la acústica, que es la variedad de sonidos de diferentes partes del mundo que tengo al alcance de mis oídos con tan solo apretar un botón o cargar la muestra correspondiente. Me abrevia el trabajo, pues aunque yo tengo una colección de instrumentos de percusión acústica que podría utilizar, tendría que grabarlos con micros. Pero también tiene su lado negativo, pues los instrumentos tocados con las manos o las baquetas son más expresivos (si están bien tocados claro).

De lo que no tengo dudas es que para tocar en directo, para mí, la percusión acústica es la idónea.



-¿Te decantas por algún tipo de síntesis o gama de sintetizadores? ¿Piensas que hay técnicas "antagonistas", como por ejemplo se dice de lo analógico y lo digital, que resulten difíciles de mezclar por corresponder a maneras distintas de entender la música elaborada electrónicamente, o que cualquier técnica depende del músico que la utilice?

No me inclino por ninguna gama de sintetizadores, excepto por los que sean adecuados a la producción que esté haciendo en ese momento. Cada uno tiene sus pros y sus contras y hay saber aprovechar las ventajas de cada uno.

No son difíciles de mezclar porque no son técnicas diferentes sino formas de elaborar el sonido.

Si dispones de una amplia gama de colores, tu paleta será más rica. Y si dispones de una gran variedad de sintetizadores, ya sean digitales, analógicos o virtuales, será más fácil llegar donde tu quieres y también más rápido; no tendrás que utilizar tu tiempo elaborando el sonido adecuado, sólo tendrás que buscarlo en tu equipo. Durante años, lo analógico fue menospreciado, y ahora parece que ha vuelto a resurgir; y no me extraña porque los sonidos analógicos tienen una calidez y una expresividad que de momento los digitales no han alcanzado. Aunque a mí me parece que no hay que olvidar el fondo de la cuestión, que es la música misma; el resultado es lo importante. Si emociona o no la composición resultante, con independencia de si ha sido tocada con las palmas de las manos, con un tambor o un sintetizador de última generación.



-¿Nos puedes comentar algo sobre los proyectos en los que trabajas y de tus planes para el futuro inmediato?

Cuando acabo un disco, ya estoy pensando en el siguiente. Afortunadamente, eso que llaman inspiración no me falta; lo que me falta es tiempo. Ahora estoy trabajando en varios frentes a la vez. Por un lado, he acabado la música de un corto titulado "Hoax", de un director joven que muy pronto se exhibirá en los cines. (A lo mejor, cuando se publiquen estas líneas ya se habrá estrenado). Como decía antes, estoy preparando nuevos temas para el próximo CD de At-Mooss, en el que incluiré nuevos sonidos procedentes de los nuevos sintetizadores que he adquirido últimamente, como el Andrómeda A6, un potente sintetizador analógico.

También tengo unos temas casi acabados, con un estilo diferente a lo que he hecho hasta ahora, y que de momento no sé cómo incluirlos en algún proyecto. Seguramente esperaré a tener el CD acabado y entonces decidiré como sacarlo.

Por otro lado estoy trabajando en un proyecto en el que los temas estarán dedicados a lugares que he visitado y me han impresionado. En cada tema quiero plasmar algo de la esencia del lugar, por decirlo de alguna manera, incluir sonidos más étnicos del lugar en cuestión, y mezclarlo con sonidos electrónicos y vanguardistas. Estoy haciendo algunas pruebas, y de momento me gustan los resultados. Esto no es nada nuevo, simplemente quiero explorar con más detenimiento algo que ya empecé a trabajar en el tema "El Laberinto del Minotauro" del CD "Phoenix" de Programa.

Y también tengo algunos temas en los que me gustaría explorar el mundo de la danza. La música como generadora de movimiento. En fin, proyectos e ideas ya ves que no me faltan.


At-Mooss Records
http://www.at-mooss.com







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