Entrevista realizada por Virginia Tamayo & Jorge Munnshe
José
Bonet es un pianista y compositor con un sólido talento
artístico, que se aprecia tanto en sus actuaciones en directo
como en sus bandas sonoras. Autor de más de 40 obras para piano,
ha sabido desarrollar un estilo, entre la Nueva Música
Instrumental y la vertiente más romántica de la
Música Clásica, que le sitúa como un heredero
genuino de la corriente de compositores encabezada por gente como Max
Steiner, Alfred Newman o Victor Young, que tendió un puente
entre el Clasicismo melódico y el Cine, edificando el lenguaje
de las bandas sonoras sinfónicas. La formación
Clásica de Bonet (estudió solfeo y piano en el
Conservatorio de Valencia) se une a su especial talento para crear
melodías bien definidas y de inusual sensibilidad, talento que
le ha sido de gran utilidad al componer bandas sonoras para TV y para
publirreportajes. Bonet ha interpretado sus obras en destacados
auditorios y eventos, como por ejemplo el Ciclo Mare Nostrum (2000), la
Ciudad de las Artes y las Ciencias (2004) o el Palau de la
Música de Valencia (1999 y 2001), entre otros.
Comenzamos la entrevista preguntándole acerca de cómo
comenzó su relación con la música. "No recuerdo un
momento concreto pero tengo esa sensación de haberme emocionado
desde muy niño con cualquier instrumento musical, y en especial
con todo aquello que se pareciera al teclado de un piano.
Después de haber pasado por todo tipo de instrumentos infantiles
conseguí una "melódica", un instrumento de viento con
pequeños botones que simulaban el teclado de un piano. Debido a
mi frágil salud tuve que inventar una especie de órgano
casero que era mi gran pasión. Un viejo ventilador de la tienda
de mi abuelo lo enfunde con una bolsa de plástico atando el otro
extremo a la boquilla de la melódica, de forma que lo colocaba
en horizontal y simulaba mi gran armonium. Realmente hacia tanto ruido
el ventilador que apenas podía oír la música que
tanto deseaba. Ya entonces regalaba pequeñas composiciones a mi
familia pero nunca obtuve demasiado entusiasmo por las mismas. Mi
pasión por escuchar los armoniums me hizo descubrir todas las
iglesias que oficiaban con sus órganos y a Bach, un mundo de
sonidos que me impulsaba descontroladamente hacia la música."
Acerca de las influencias musicales de otros compositores que de
algún modo hayan podido marcar camino para su estilo, nos
comenta: "Nunca he creído en los mitos, ni tampoco en los
grandes maestros, y pienso que la música por la que se siente
mayor pasión está alejada, no sé porque, de la que
uno hace o expresa. Esta contradicción tiene un doble sentido,
no haces lo que piensas que deberías hacer, lo cual tiene una
grado de frustración, pero sí sientes por otra parte la
estrecha relación entre lo que dices y lo que eres, aunque en
ocasiones lo resultante no termina de complacerte."
Las etiquetas vinculadas a corrientes musicales determinadas no son
importantes para él a la hora de componer música. "Muchas
veces me he preguntado que tipo de música me gusta hacer, y
realmente, como ya dije en otra ocasión, creo que no lo
sé, así que siempre contesto que hago una música
de mi tiempo, que es lo mismo que decir que no sé hacer otra
diferente, y confieso que con los años voy sintiéndome
mas identificado con ella. Quizás sí he sentido la
necesidad de jugar con los moldes clásicos y tratar de
romperlos, pero siempre he tenido una premisa clara. Tengo que hacer
una música que sea sencilla y lo más hermosa posible,
siguiendo la ley de "Máxima belleza, mínimo de notas."
Según nos cuenta, el proceso que acostumbra a seguir para
componer, no difiere mucho, en lo intelectual, del típico para
muchos literatos. "Realmente pienso que con la música ocurre lo
mismo que los escritores dicen de la literatura. Hay que sentarse todos
los días en la banqueta, con o sin ganas, y mirar el teclado,
ponerse a trabajar y dejar que surjan las emociones, la disciplina, la
inspiración, y todas esas cosas juntas terminan en la
música. En ocasiones buscas la inspiración, otras veces
te la encuentras, pero tienes que convivir con el piano para que la
música no te abandone."
Tiene
una regla que sigue fielmente desde niño en la
composición: "Jamás escribo una idea o un fragmento
musical en el momento en el que me viene a la cabeza. Mi filtro para
determinar qué es lo que puede ser interesante o no (para
mí), es que lo recuerde consecutivamente varios días. Lo
modelo, lo trabajo, y entonces lo doy por bueno y lo escribo.
Confío excesivamente en mi memoria, quizás con los
años tendré que cambiar de técnica."
La inspiración, o lo que le motiva a crear, se le presenta de
diversas maneras. "He compuesto desde varios puntos de vista, pero
donde realmente estoy cómodo es cuando persigo las emociones
entre las teclas del piano. Otras veces me gusta pintar con la
música un paisaje, un castillo, una ciudad, pero sobre todo me
gusta plasmar los recuerdos".
"Entre ayer y hoy" es un álbum en el que Bonet ha plasmado sus
ideas más personales. La publicación de este CD fue
acompañada de un acto de presentación del disco en el
prestigioso Palau de la Música de Valencia, evento que
incluyó la actuación del artista. A lo largo de 13
piezas, interpretadas sólo con piano, Bonet forja una exquisita
colección de melodías, ricas en romanticismo, con un
amplio registro emotivo que va desde la melancolía a los aires
festivos. Aunque se nutre de elementos Clasicistas, el compositor dota
a sus piezas de un desarrollo ágil, libre de ideas
preconcebidas, que conecta de inmediato con el público.
Le preguntamos acerca de la etapa que abarca "Entre ayer y hoy" en su
vida. No lo compuso en un periodo concreto de tiempo, sino que
reúne piezas elaboradas en ocasiones distintas. "Este
álbum recoge muchos años, y diferentes épocas,
pero no existió un criterio premeditado para la elección
de los temas. Fue prácticamente una grabación en directo
debido al poco tiempo del que disponía el Auditórium, y
aunque el programa sí lo seleccioné pensando en la
grabación, me impulsó más la música que
había compuesto recientemente, que otros temas antiguos, y que a
mi parecer, hoy, contemplan más mi estilo. Pero bueno, pienso
que en aquel momento, como dice el título de uno de los temas,
creí que era lo indicado."
Nos confiesa que el tema "Entre ayer y hoy", que da nombre al disco,
fue muy importante para él. "Su composición es referente
a un acontecimiento realmente importante, y me comprometí a
titular mi primer CD con aquella canción. Ese es el motivo, una
especie de dedicatoria."
Reconoce que todos los títulos tienen una gran
identificación con la música que representan. "Siempre
hay una profunda conexión entre la música, y el
título del tema."
Es consciente de que la música refleja la personalidad de quien
la crea, de un modo u otro, al margen de que el compositor trate de
usar la música como cauce en el que confeccionar historias
sonoras. "Creo que uno se define por lo que hace, por lo que siente,
por lo que expresa. En literatura se dice que en ocasiones es
más importante cómo se expresa una idea que el propio
contenido de ésta, aunque no siempre es cierto. Todos los
músicos tenemos las mismas notas a nuestro alcance, la
diferencia está en como las relacionamos y de que forma. Pienso
que nadie puede evitar dejar su propio rastro hasta en las historias
musicales más impersonales."