VICTOR NUBLA,
UN MOTOR DE LA ESCENA
MUSICAL ALTERNATIVA EUROPEA
Por: Jorge Munnshe
Victor Nubla es conocido sobre todo por ser
miembro de Macromassa, banda que junto a Juan Crek fundó en
1976. Este compositor, videoartista y escritor, ha desarrollado durante
los últimos veinte años una muy prolífica
actividad pionera en la escena europea de las músicas
alternativas.
Nacido en 1956, no cuenta en su familia con nadie
que tuviera vocación musical antes que él, si exceptuamos
la habilidad de algunos parientes suyos para construir flautas y
tocarlas.
La primera vez que escuchó música
electrónica fue cuando, a los quince años de edad
aproximadamente, oyó en la radio el solo de Moog al final del
tema "Lucky Man" de Emerson, Lake And Palmer. El contacto definitivo le
llegó cuando se compró en 1974 el álbum "Phaedra"
de Tangerine Dream.
Paralelamente, su vocación como músico
le llevaba a utilizar una grabadora de cassettes para realizar todo
tipo de experimentos y collages sonoros. En cuanto a componer, Nubla
recuerda que, por lo menos desde los trece años de edad, ya
componía. Apunta: "Recuerdo como algo de toda la vida el
inventarme músicas caminando por la calle, o en la cama justo
antes de dormirme".
No le fue fácil a Victor Nubla introducirse
en el mundillo musical. Para empezar, no obtuvo ningún apoyo de
su familia. "Pues la verdad es que mis familiares no me apoyaron hasta
que vieron mi nombre en los periódicos. De ellos no tuve nada de
apoyo (logístico, moral o económico) para mi
profesión, y luego no más que una discreta
atención. Valga decir que mi primer saxo me lo compré
prácticamente a escondidas. Esta actitud puede entenderse en
familias en las que nadie ha pertenecido nunca al mundo
artístico o al del espectáculo. Para los integrantes de
familias así es difícil hacerse una idea de lo que
representa el mundo de la música. Sucede igual, supongo, en las
familias donde nunca ha habido sacerdotes, militares o deportistas, y
alguno de sus miembros pretende dedicarse a una de esas actividades.
Este tipo de familias son grupos sociales muy cerrados, con sus propias
claves de conducta y su propia forma de vida. Su actitud guarda
también relación con un prejuicio de clase,
probablemente. En cualquier caso, siempre he encontrado un gran apoyo
en mí mismo."
Las actividades que Victor Nubla ha venido
realizando dentro de la música pero al margen de su labor como
compositor son innumerables. De su faceta como escritor, cabe destacar
su dedicación durante años al periodismo musical,
así como la elaboración de novelas que a menudo se han
visto inspiradas por las cuestiones musicales. En 1984, se
publicó en España su libro "La Nueva Música" (con
el seudónimo de Adolfo Marín), que constituyó un
pilar en la progresiva concienciación del público
respecto a la existencia del fenómeno de las músicas
alternativas. Trabajó durante un par de años en un
estudio de grabación, impartió cursos para
técnicos de sonido en el INEM, ha diseñado grandes
montajes de audio para eventos multitudinarios, ha creado ambientes
sonoros para instalaciones audiovisuales, ha organizado conciertos,
diseñado carteles para los mismos, dado conferencias,
participado en programas de radio y televisión, y otras muchas
actividades en las que ha imprimido su estilo personal.
Aparte de su labor en Macromassa, también ha
trabajado en otras bandas. Fue co-fundador de: Secreto Metro, El
Cuarteto Albano, Los Disipados, El Consuelo Húngaro, Delirio De
Dioses, Naif, UMBN. Pero hay un grupo del que guarda un especial
recuerdo: "Probablemente sea la Bel Canto Orquestra el grupo donde
más bien me lo he pasado y más cosas he aprendido,
después de Macromassa." Su carrera en
solitario también es bastante prolífica, y además
de álbumes incluye una destacada labor como compositor
free-lance para teatro, danza y video.
A lo largo de todos estos años, Victor Nubla
ha llegado a consolidar su estilo, pero sin encasillarse en ninguna
estructura concreta. "Bueno, no pienso que mi estilo sea permanente,
aunque sí puede ser que haya un "Estilo Nubla" en todas las
cosas que yo he hecho, por acumulación de referencias a
mí mismo, a mi propia cultura musical, que haga que puedan
relacionarse todas esas cosas entre sí hasta llegar a la
conclusión de que tengo un estilo. De todas maneras, cambian
mucho mis trabajos, sobre todo de una manera evolutiva. O sea que si
escuchas cosas que he hecho antes y las que estoy haciendo ahora,
sí que se nota como una progresión en determinados usos,
en determinados parámetros, y una regresión en otros; es
decir que escojo unos materiales u otros y una forma de trabajarlos, y
esto evoluciona conmigo. No he dejado de cambiar y mi música
tampoco. Mi estilo no cambia de trabajo en trabajo sino que va ligado a
los cambios de mi vida. Por supuesto, estoy muy satisfecho de mi manera
actual de trabajar, y no me considero circunscrito a ninguna corriente
musical determinada. De hecho, uno de los condicionantes más
importantes de mi actitud ante la creación musical es no haber
hallado precisamente ese tipo de refugios a pesar de haber intentado
encontrarlos en algunos momentos. También se podría decir
que el estilo es una forma de descubrir cosas y avanzar en ellas, y de
tener una memoria que hace que todo lo que hacemos sea luego asimilado
por esa memoria y puesto en función de lo siguiente que se
quiere hacer. Es decir que de los resultados de mi trabajo es de donde
yo parto siempre para continuar, porque no hay una idea inicial a la
que yo siempre haya deseado llegar y a la que me esté acercando
cada vez más, sino un punto del que siempre he querido alejarme,
y del que cada vez me estoy alejando más."
La música de Nubla, tanto la que hace en
solitario como la que aporta a Macromassa, es muy a menudo
inclasificable. El mismo revela que: "Incluso la gente opina de forma
diferente sobre una composición mía antes y
después de enterarse que es mía". A veces resulta
difícil adivinar que una pieza es de Nubla: "Bueno, a menos que
yo utilice conscientemente todos mis tics compositivos, algo que hago
bastantes veces porque me resulta divertido. Y cuando escucho cosas que
he hecho antes, como "Dance Music" por ejemplo, me divierte pensar en
lo pueril o ingenuo que ahora me resulta, pero corresponde a la
perfección con lo que pienso de mí en aquella
época. Pienso lo mismo de la música que hacía que
de cómo me relacionaba con la gente, por ejemplo."
Acerca de cómo son los mecanismos a
través de los cuales compone, desvela lo siguiente: "Puedo
encontrar una idea para componer, en la forma más normal del
mundo, o sea desde caminando por la calle hasta escuchando un disco de
alguien, o soñando o al despertar o al dormirme, o pensando en
una combinación determinada de instrumentos, reflexionando sobre
un sonido, experimentando con él, o de muchas maneras. Pero
generalmente me gusta componer ante los instrumentos, en particular
ante el teclado de un sampler. También empleo a veces el
Método de Composición Objetiva, que he utilizado en
bastantes de mis obras en solitario para video, cine, danza, y teatro."
Los muestreadores le atraen mucho. "Trabajo siempre
que puedo con sampler. He escrito sobre samplers además, y estoy
completamente convencido de sus posibilidades. Desarrollar el
sintetizador fue un gran esfuerzo científico. Y siempre el
objetivo fué dotar al instrumento de la mayor cantidad posible
de sonidos. El sampler ha sobrepasado todo eso, porque el sampler es el
conjunto de todos los sonidos, ya no hay que contabilizarlos,
sólo muestrearlos. Es un concepto totalmente distinto.
Constituye en sí mismo el concepto global de lo digital que se
utiliza también en el medio visual con la creación
tridimensional de imagen por ordenador. Y todo esto va a ir cambiando
sutilmente la manera de pensar de los humanos, porque estamos en
condiciones de hacernos con la naturaleza de una forma
simbólica. Estamos otra vez muy cerca de determinado punto
religioso, que desde luego no tiene nada que ver con la New Age."
Todo tipo de sonido le interesa: "Analógico,
digital, acústico, electroacústico, y
prácticamente cualquier forma posible de producir sonido, porque
el material tiene que estar siempre adaptándose a las
necesidades, y por otra parte la capacidad creativa tiene que saber
moldear cualquier material."
Sobre si hay relación entre la música
electrónica y la ciencia-ficción, afirma: "La
música electrónica tiene muchos puntos de contacto con la
ciencia-ficción. Estoy convencido de ello. Lo tiene en la
imaginación, y lo tiene en el cine, por supuesto. En el cine es
evidente por completo. Y lo tiene en la imaginación de los
autores y de los consumidores de ambos géneros. Pienso que la
música electrónica y la ciencia-ficción tienen la
capacidad de ser mucho más serias que la mayoría de las
formas con que nos comunicamos normalmente, sobre todo de las formas
artísticas que utilizamos normalmente para expresarnos".
Consultado sobre qué tipo de literatura de
ciencia-ficción lee, responde: "Buena literatura de
ciencia-ficción. Me gusta mucho Philip K. Dick. Tengo una
biblioteca donde he reunido gran parte de sus libros. Soy muy estricto
con el tema, porque como dickiano que soy, no me trago cualquier cosa.
También estoy muy interesado en Lafferty que es una persona que
ha escrito muy poco, lo que hace que una vez hayas leído toda su
producción publicada, lamentes que no existan más cosas
suyas. Con Henry Kuttner me ha ocurrido lo mismo. Kuttner es un gran
precursor de Dick en ese sentido. Básicamente esos son los
autores que más me interesan en ciencia-ficción. De todas
maneras, me leo todo lo que sea del género. Cuando siento muchas
ganas de leer y sólo tengo a mano ciencia-ficción, no lo
dudo ni un momento, aunque sean títulos o escritores de segunda
fila. De todas maneras, hay autores que tienen obras maravillosas y
otras desastrosas, y a todos conviene conocerlos en sus buenos
momentos. No aguanto a Asimov, pero por ejemplo "Los Propios Dioses"
fué extraordinaria. Y no aguanto a Clarke, pero "El Fín
de la Infancia" es impresionante. Y en ese sentido, podría
hablar de muchos más autores."
Le pregunto sobre el papel que juega hoy en
día la música electrónica en las bandas sonoras
para cine y televisión: "He compuesto muchas bandas sonoras. Y
pienso que la música electrónica para films, series
televisivas, spots publicitarios, documentales, es muy idónea.
En el cine se echa a faltar más música electrónica
y debería haber menos orquestas, eso está
clarísimo."
Debido a su intensa actividad en el sector de las
músicas alternativas europeas, Victor Nubla está en
contacto con muchos músicos. "Sí, de hecho me relaciono
casi exclusivamente con personas del ambiente musical o de ambientes
artísticos, aunque básicamente con músicos. Esto
es lo que me acompaña desde que fundamos Macromassa y lo que ha
hecho cambiar toda mi vida, porque realmente creo además que la
música es la única profesión en la que sus
afiliados se pasan la vida hablando de música aunque no
estén trabajando. Eso además causa grandes conflictos".
Le pregunto en particular por Claudio Zulián, un artista con una
interesante trayectoria con el que Nubla trabajó bastante a
principios de los años ochenta: "Zulián y yo hicimos
muchísimas cosas. A través de Zulián por ejemplo
entré en contacto con muchos músicos electrónicos
que provenían del ambiente clásico, contemporáneo.
Y también con Zulián implicamos a muchísima gente
en la producción de híbridos y simbiosis, y provocamos
gran movimiento en el sector musical vanguardista español.
Funcionaron muchos grupos en esa época. El Colectivo de
Improvisación Libre, el Cuarteto Albano, el dúo
Zulián-Nubla, y un montón más. Y ahí
había metida gente tanto del Jazz como de la Música
Contemporánea. Yo con Zulián aprendí bastante, por
ejemplo nuevas técnicas para improvisar con los instrumentos de
viento. Realmente fue una escuela. El Taller para Músicos y
No-Músicos tuvo mucha importancia. Era muy interesante abordar
la improvisación desde un punto de vista estructural, ver
cómo se trabajaba dentro de ella, desarrollar sistemas y
experimentarlos. En ese sentido, los tres años con Zulián
para todos los que estuvimos más o menos trabajando juntos,
significaron aprender mucho con respecto a la improvisación y
adquirir una soltura que luego ha sido totalmente aplicable a todos los
trabajos personales de cada uno, compositivos o interpretativos. Eso es
más o menos lo que tengo que decir sobre mi trabajo con
Zulián en esa época."
Para finalizar, no puedo resistir preguntarle a
Nubla qué consejo le daría a un nuevo músico
electrónico que trata de abrirse camino en el desarrollo de su
vocación artística: "Como consejo, ante todo que no se
sienta solamente Músico Electrónico, sino que investigue
la música en todas sus direcciones. No se puede alimentar una
vocación sólo con buena voluntad, sino que también
hay que sedimentar un poso muy importante de formación y de
experiencia. El poso informativo de la música es, sin duda
alguna, consultar, escuchar, la música de todos los tiempos y
todos los lugares. Esto es fundamental para poder desarrollarse
artísticamente. Y por otra parte, es de extrema importancia
estudiar muy bien el mundillo profesional en el que te introduces, el
mundo de la música, y en particular el de la música de
vanguardia. Dentro de todo esto, el sector de la música
electrónica o como se la quiera llamar, es muy cerrado, y por lo
tanto te ves obligado a llevar las relaciones de una forma muy directa.
Es decir, todo el mundo se conoce, y es muy importante conocer a todo
el mundo antes de que todo el mundo te conozca a tí. Eso es
fundamental. Pero el reto es muy duro aún siguiendo estos
consejos, ya que si el nuevo artista aspira a ganarse la vida con su
vocación, se encontrará con que esto último es tan
difícil que casi nadie de los que estamos en activo hemos
creído posible al principio. Hay que llevar adelante la
vocación, e intentar ganarse la vida con ello, pero teniendo
conciencia de los enormes obstáculos que habrá que
intentar superar. Sólo hay que parar en el momento de hallarse
en la más pura indigencia. Aunque las cosas flaqueen, hay que
seguir adelante."
También puedes leer nuestro extenso artículo sobre la banda Macromassa, aquí:
http://www.amazings.com/articulos/articulo0090.html