DOM F. SCAB
Entrevista realizada por Jorge Munnshe
Dom F. Scab es un brillante compositor, capaz de manejar con gran talento los medios tecnológicos a su alcance. Combinando sonoridades digitales con analógicas, sabe forjar un estilo personal de música electrónica que enlaza con la esencia más emocionante de la música cósmica de secuenciador que tanto entusiasmó durante los años setenta a un público ávido de nuevas sensaciones, y que ahora entusiasma también a las nuevas generaciones. Su estilo, no obstante, tiene bastantes elementos propios de los años ochenta y noventa. Se le ha comparado al Tangerine Dream de principios de los ochenta, pero aunque gustará a quienes disfrutan con la música que este grupo hizo en esa época, su música resulta del todo personal.
¿Podrías relatarnos cómo se inició tu vocación de compositor? ¿Y tu interés hacia la música electrónica?
Supongo que con la adquisición de mis primeros instrumentos electrónicos. Yo tocaba el piano desde muy pequeño, pero cuando descubrí las posibilidades de los sintetizadores se me abrieron los ojos. Por aquel entonces, y hablo de hace unos dieciocho o veinte años, mi música preferida era el Rock sinfónico, y también algo de jazz. La música electrónica la fui descubriendo a la par que iba creando mi propia música. En cuanto escuché por primera vez "Stratosfear" de Tangerine Dream, mi visión de la música cambió. Luego vinieron "Rubycon", "Phaedra", los trabajos de Klaus Schulze, Vangelis, etcétera... Lo que más me fascinó de este estilo y forma de entender la música fue la creación de sonidos que no había oído antes y por supuesto esta nueva manera de desarrollar la composición sin ataduras ni corsés.
¿Cuáles son las principales diferencias en tu proceso creativo cuando trabajas con otros compositores? ¿O el proceso es básicamente el mismo?
Hay algunas diferencias. Trabajar con otros músicos es un poco como el matrimonio, porque hay que saber ceder algunas veces e intentar que haya un equilibrio. En mi modo de trabajo hay un componente bastante grande de improvisación, así que intento ver la aportación de un compañero como parte de ese azar que se crea en todo proceso de improvisación. De todas maneras, en el ámbito del estudio, prefiero el trabajo en solitario, aunque reconozco que en directo me lo paso mejor rodeado de otros músicos.
¿Piensas que hay una relación clara entre la ciencia-ficción y unas determinadas corrientes estilísticas dentro de la música?
A mí me gusta mucho la ciencia-ficción y creo que este sentimiento está presente en mi música. Ahora bien, no necesariamente se ha de relacionar a la música electrónica con la ciencia-ficción. Lo que ocurre es que los dos conceptos tienen unas connotaciones claras de imaginación, de abstracción. Y los sonidos que se pueden extraer de un sintetizador pueden ayudar a recrear paisajes imposibles, ambientes irreales, etcétera... No olvidemos que una de las mejores bandas sonoras de ciencia-ficción de todos los tiempos está construida básicamente con sintetizadores. Me refiero a Blade Runner, claro.
Con
"Innerseed" y "Binary Secrets" ¿trataste de comunicar algún mensaje o de plasmar en forma de música algunas de tus ideas sobre los temas con los que están relacionados los títulos de esos álbumes y de las piezas que los forman?
Sí, por supuesto. Hay un nexo común entre los dos discos, que es la relación entre tecnología y vida, entre las máquinas y la naturaleza. Es lo que he tratado de transmitir. Aunque, insisto, la propuesta de uno no tiene que coincidir necesariamente con la imaginación de quien que escucha.
Algunos instrumentos son ya legendarios en la historia de la música electrónica. Tú posees uno de ellos. Cuéntanos qué es lo que más te atrae, como músico, de tu Yamaha CS-80.
Sin duda, la enorme expresividad que tiene. Puedes tocar una misma nota un millón de veces que siempre tiene un matiz distinto. Esto, unido a su fabuloso sonido, hace del CS80 un instrumento único. Hay otra circunstancia importante que es que al no tener midi y no poder comunicarse con el secuenciador lo tengo que tocar y grabar como lo haría con un piano, con todas las imprecisiones que pueda haber, y esto hace que la composición se humanice mucho mas. Actualmente es una parte imprescindible de mi estudio.