Sin duda, Tangerine Dream es una banda legendaria dentro del género electrónico y de la vanguardia musical en general. A lo largo de su dilatada trayectoria, ha explorado áreas ignotas de la música, y ha contribuido a crear los cimientos para diversas corrientes modernas.
Tangerine Dream podría describirse como una maquinaria gigantesca, un engranaje ciclópeo, una factoría de sensaciones electrónicas, emociones cósmicas, y sentimientos futuristas. Esta máquina ha experimentado variadas fases de funcionamiento, numerosos cambios en los operarios que la controlan, y todo tipo de avatares.
El peculiar estilo de TD ha dado lugar a la etiqueta "Sonido Tangerine Dream", que define su innovador enfoque de la creación musical. Por otro lado, dentro de esa vía estilística principal, o bien alejándose de ella como ha sucedido en los últimos tiempos, el grupo ha abarcado una importante variedad de orientaciones, llegando a formarse distintas clases de fans, desde los incondicionales de la vena más cósmica, hasta quienes disfrutan con la vertiente más discotequera, pasando por los seguidores de lo experimental, lo siniestro, lo heavy o la relajación.
El estilo de TD en la mayor parte de sus enfoques no pasa de moda al desenvolverse casi siempre al margen de ella o por delante. Un buen número de sus ideas musicales más antiguas siguen siendo vanguardistas aún después de muchos años.
De entre los diversos integrantes de Tangerine Dream, dos nombres, ambos alemanes, sobresalen por el alcance de su aportación: Edgar Froese, actual único miembro fundador, y Christopher Franke, diecisiete años en la banda.
Froese, nacido en 1944, se inició en la música durante su época de estudiante de pintura y escultura en la Academia de Artes de Berlín Oeste. Durante esos años (1965 a 1969), lideró la banda rock The Ones y estuvo envuelto en otras actividades.
Su vena de pintor le llevó a visitar a Salvador Dalí el verano de 1966. Fascinado por el trabajo del genio del surrealismo, su estancia en Cadaqués junto a él le llevó a plantearse nuevas direcciones artísticas. En concreto, albergaba la idea de tratar de hacer en la música algo parecido a lo que Dalí hacía en la pintura.
Después de publicar un single, The Ones se disolvió. Entre otras cosas, las ideas artísticas de Edgar no encajaban ya con las de los demás integrantes de la banda, al haberse él decantado por completo hacia lo experimental. En 1967, tras una estancia en París, montó un nuevo grupo, llamado Minus Plus, que meses más tarde se convertiría en Tangerine Dream.
Christoph (Christopher) Franke, nacido en 1953, creció en un ambiente muy melómano. Con una madre profesora de violín, y un padre y una hermana mayor que sabían tocar otros instrumentos, la influencia musical que recibió le llevó a querer estudiar violín a los seis años de edad. Ello duró unos dos años, al término de los cuales se pasó a la trompeta, pues deseaba un instrumento más agresivo. Tomó clases de trompeta durante mucho tiempo. Sin embargo, su profesor estaba chapado a la antigua, seguía la ortodoxia estilística clásica a rajatabla, y su visión de cómo debía ser un músico era la de una pieza perfectamente integrada en el mecanismo de una orquesta. El talante de su maestro, provocó en el quinceañero Christopher una rebeldía agresiva que le llevó a buscar con ahínco nuevas formas musicales, y a procurar romper todos los moldes de lo standard. Eso se transmitió también a cuestiones morales y políticas, una actitud propia de bastantes jovenes de la época, inmersos en la ebullición del rock como nuevo estilo musical y también de vida. Por entonces, Franke formó la banda Agitation Free, cuyo nombre ya indica de manera bastante clara la orientación contestataria y desafiante del proyecto. Junto a Lutz Ulbritz (que más tarde pasaría a ser miembro de Ashra Tempel) y otros, tocaba en un estilo provocador, muy próximo al punk. Al mismo tiempo, por la relación con sus padres, interpretaba música clásica. Ambos polos opuestos propiciarían que desarrollase una vanguardista fusión de conceptos.
Los ensayos de Agitation Free se realizaban al principio en el sótano de casa de los padres de Franke. Pero el gran estruendo que ocasionaban y el estilo agresivo, irritante, de la música, llevaron a su madre a encontrarles una sala para ellos solos en una academia musical de la zona. Allí, uno de los directivos se interesó por su trabajo de experimentación, y les brindó la oportunidad de utilizar los primeros aparatos electrónicos que la academia adquirió. Ese fue el primer contacto de Christopher con el joven medio electrónico. Asesorados técnicamente por su eventual mecenas, Franke y sus amigos de Agitation Free desarrollaron nuevas ideas en el creciente estudio electrónico de la academia.