PAULINE OLIVEROS, ARTISTA PIONERA EN LAS MUSICAS ALTERNATIVAS
Por: Sigrid Baumann.
Nacida en 1932, la
compositora e intérprete Pauline
Oliveros, es considerada
alumna de Robert
Erickson, pionera en el campo
de la música electrónica, virtuosa del acordeón, pedagoga
musical, autora y filósofa excepcional, que ha transformado el
panorama musical americano con su polifacético trabajo en el
campo de la improvisación, técnicas electrónicas, rituales,
mitos, métodos de enseñanza, y una amplia gama de actividades
en pro de la música de vanguardia. La música meditativa actual
debe a Pauline
Oliveros su existencia, pues
se la considera su creadora original. Sonic Meditations,
obra en que refleja su filosofía, la llevaría a ser considerada
como fuente de inspiración para el arte meditativo en todas sus
manifestaciones, así como para músicos, artistas e incluso médicos
que consideran la meditación como un método de curación
eficaz.
Ya en los años sesenta Pauline Oliveros, entonces directora del Centro de Música Concreta del Mills College, iniciaría su carrera como pionera de las nuevas músicas, especializándose en la música con cinta magnética. Posteriormente pasa catorce años en la Universidad de California en San Diego, donde pasa a ser parte vital del mundialmente famoso programa de nuevas músicas de dicha institución.
En 1981 Pauline abandona su cátedra
en la Universidad de California con el fin de dedicarse a
desarrollar sus ideas, llevando a cabo sus proyectos creativos,
actuaciones en solitario y diversas colaboraciones. Con este
motivo funda la Deep Listening Band, una
especial ensemble en la que participan importantes figuras del
vanguardismo norteamericano, entre ellas el famoso trombonista Stuart
Dempster, el conocido manipulador de espacios sonoros Panaiotis,
y David Gamper, quien contribuye con sus
expertas manipulaciones sonoras.
La artista funda en 1985 The Pauline Oliveros Foundation, Inc. (la Fundación Pauline Oliveros Inc.), en Kingston, Nueva York, con el fin de apoyar todos los aspectos del proceso creativo dirigido a una comunidad mundial de artistas, sus producciones musicales y su divulgación, con fines no lucrativos, en un innovador programa de creación de nuevas obras. Esta Fundación, que Pauline preside, incluye en su archivo un auténtico catálogo de la vanguardia musical americana, con material fonográfico, partituras, libros, videos, e información diversa sobre variados artistas tales como la misma Pauline, John Adams, Richard Kostelanetz, Christine Baczewska, Ellen Band, Brenda Hutchinson, Connie Kieltyka, Jane Leach, Annea Lockwood, Laurie Spiegel, etc. Este mismo año el centro John F. Kennedy ofrece una retrospectiva de su obra en Washington. El año anterior se edita una antología de sus trabajos escritos bajo el título Software for People.
Para Pauline la música debe
transmitir una energía positiva, a través de la escucha, en un
especial trabajo conjunto. Roots of the Moment,
publicado en 1988, según el New York Times fue
el mejor CD del año. Como compositora, Pauline
ha sido galardonada en diversas ocasiones, entre otras con el
Premio Bessie del Dance Theater Workshop por Contenders
(1991), un trabajo para la Compañía de Danza Susan
Marshall, un Fellowship del National Endowment
for the Arts en 1992 por su composición Epigraphs
in the Time of Aids, por la Deep Listening Band,
además de un premio de la Foundation for Contemporary
Performance (Fundación Para La Interpretación
Contemporánea) 1994 por el conjunto de su trabajo.
En Diciembre de 1993 se estrena una obra de teatro musical, Njinga the Queen King, con música original de Pauline Oliveros, en el Next Wave Festival de la Academia de Música de Brooklyn. Su CD Pauline Oliveros & American Voices (1994) cosecha un gran éxito por parte de la crítica. Otras actividades que Pauline desarrolla a lo largo de su carrera incluyen su participación en el Festival de Música Visual de Lanzarote, así como sus diversas colaboraciones escribiendo artículos para el Leonardo Music Journal. En 1995 compone Ghost Dance, en colaboración con la coreógrafa bostoniana Paula Josa Jones, obra encargada por el Lincoln Center, así como la música para la producción de Mabou Mines Lear.
Pauline ha actuado en el John F.
Kennedy Center para Performing Arts en Washington, DC, New Music
America Festivals, además de numerosas actuaciones en
incontables salas de conciertos en todo el mundo. En el décimo
aniversario de la Fundación se dan una serie de conciertos y
conferencias en Kingston, Nueva York. Sus grabaciones se
dispersan en diversos sellos. De sus composiciones podemos
destacar Crone Music; Tara's Room; Deep Listening; Vor der
Flut; The Wanderer; Troglodyte's Delight; The Ready Made
Boomerang; Sanctuary; Sounding Way, Tosca Salad; entre otras
muchas.
Oliveros explora en sus
composiciones todas las posibilidades que la técnica tiene que
ofrecer al artista. Para ella, toda técnica es válida para la música.
Tanto si son instrumentos acústicos, la electrónica, cintas
pregrabadas, ordenadores o instrumentos especialmente diseñados
y construídos por los músicos, como si se tratase de las altas
tecnologías caso de tener acceso a éstas, así como los
aspectos rituales y dramáticos/teatrales de las artes en
general, son elementos que han de contribuir a la creación
musical. Su innovador genio creativo y su excepcional vitalidad y
veteranía en el campo de las músicas de vanguardia la han
situado ya en la historia de la música como uno de los más
grandes valores de nuestro tiempo.